¡TANTO DE MENOS!

Se intenta una vez, dos e incluso, tres, mas, si el silencio responde vestido de espinas

los ojos se adentran en las entrañas del viento y del verso 

que cómo alas se dejan mecer por la brisa del sentimiento.

Las letras nacen solas cuando me pongo a escribir,

y sabes de sobra,

que solo lo hago cuando estoy rota,

he llegado a pensar que el corazón no se puede zurcir más,

y, sin embargo, los pedacitos se vuelven a juntar.

Te echo tanto de menos,

que maldigo el día que decidí enfrentar el dolor

y dar la espalda a cualquier argumento.

Este absurdo mundo me recuerda a ti

y me duele no tenerte,

ya, no sé diferenciar entre el ocaso y el amanecer

porque ambos son irrelevantes sin ti,

y busco tus ojos entre las mareas de un mar

que me devuelve la brisa de tus sonrisas

en las fotografías que parecen tomar vida.

Te echo tanto de menos que,

hasta el viento parece traer notas de esa antigua canción

que las olas ocultan en espumas grotescas,

que una vez, dos e incluso tres

dan golpe en la roca que siempre pensé

resistiría la erosión del olvido de tu piel.

¡Tanto de menos...!