PACTO CON EL VIENTO.
Pinté una sonrisa en el silenciador de secretos
de un corazón enrevesado
que en su mirar ceniciento
hizo pacto de silencio con el viento.
Con un sonido fantasmal arrojó sobre la tenue brisa
una mota de suave carmín
que prendida en nube de risa
navega en el aire de tregua con su reloj de arena.
Susurros de viento relajado navegan sentados en eras baldías
que envuelven con lluvias tardías
la tierra mojada de un fenecido verbo
en obligado silencio que abriga
el sótano del cerebro.
Las ideas frescas flotan como verdes hojas
en vagones desmelenados de la memoria
y diseñan miradas de trayectos olvidados
en adulterados hitos perdidos de asideros oxidados.
Soplan vientos de cambio en un pacto firmado
en las arrugas de un tiempo que plancha su cara
de arrugadas inquietudes cubiertas con primaverales soles
en la almazara de los recuerdos de tribulaciones banales.
©Dory Lansorena
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