MAÑANA VOLVERÁ A SALIR EL SOL
Actualizado: 14 nov 2019
Paseaba por la repisa de su alma
intentando ocultar los oscuros tonos del lienzo de sus días
pero, el abismo desmedido de íntimas preocupaciones
no respetaba los silencios de su atormentada mente.
Se sentía defraudada, la vida no empatizaba,
le sacaba la lengua y le mostraba la espalda;
parecía disfrutara viendo como lidiaba con las garras del infortunio.
Inesperadamente, se detuvo delante del espejo de su mundo de pesadilla
y enfrentándose a la imprevisible máscara helada de la desdicha,
lanzó un largo suspiro y con un vacilante guiño, se dijo:
—«Prohibido brindarle amargor a la vida».
Estiró las arrugas del alma
hasta dejarlas del todo invisibles a la desesperanza
y decidió dejar naufragar la lánguida angustia
que embriagaba el goce de vivir;
lanzó una mueca improvisada a su reflejo atormentado
y dibujó una amplia sonrisa recordándose:
—«Mañana volverá a salir el sol»
© Dory Lansorena.
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