HASTA PRONTO

Realmente no solo se va un cuerpo, sino todo un universo. Un mundo hecho de palabras, de caricias, de gestos. Inclusive, de reiterativos consejos y de “manías” que nos hacían sonreir.

La despedida es traicionera y no avisa. Puede presumirse, pero nunca anuncia exactamente cuándo va a llegar. Todo se sintetiza en un instante y ese instante es categórico y determinante: irreversible. Tantas experiencias vividas al lado de ellos, buenas y malas, se estremecen de repente y quedan sumidas en recuerdos. Dicen que el ciclo termino, que se cumplió y que ahora, es momento de secarse las lágrimas, de dibujar una sonrisa y decir hasta luego, pero no, yo no puedo decir adiós, no puedo, no te digo adiós, solo un hasta pronto, porque siempre permanecerás en mi corazón, porque aunque no pueda verte tu caricia llenará mi universo y tu alma cuidara mi día a día y mi ilusión... el ciclo dicen se cumplió, pero mi alma, mi mente y mi corazón, seguirán siempre junto a tu vital pasión... te añoraré siempre... te querré siempre...