FERROCARRIL DE AÑOS VIEJOS
A golpe de silbato llegó el último tren
tirando de los vagones
lleno de emocionantes historias
que entre vías abandonadas y rieles
oxidados
dormirá en un museo
como huella del pasado.
Ya se han cansado sus máquinas
y dormido sus motores
no volverá el bullicio
a llenarle sus fogones,
todo en profundo silencio
de eterno olvido marcado
como hierros retorcidos
en vía muerta han quedado.
Un aire frío circula como fantasma
olvidado
En las ruedas que marcaban
su recorrido diario.
Todo está escrito y guardado
en sus hierros retorcidos,
que guardan algunos secretos
como misterios vividos
en el vapor que lanzaban
tus obsoletas entrañas
llenando de carbonilla a todo el que te miraba.
¡Cuántos amores fugaces,
romances y devaneos!
¡Cuántas historias sentadas
en cada estación y viaje!
Ahora su inerte figura
con las calderas vacías
han transformado en pasado
el silbido que emitía.
Ya no suena su plo-plo-plo
ni su marcha cha-ca-cha
ferrocarril de años viejos
que en mi memoria aún estás,
tus locomotoras de vapor
lanzando su negro humo
tirando de los vagones
llenos de pasajeros
que cargados de paciencia
con maletas o ligeros
han quedado como historia
para viajeros venideros.
Ya no quedan guardagujas
ni tampoco fogoneros,
ya no carga mercancías
el que lleva viajeros.
Quedaste mendigo de un sueño…
Siendo transeúnte del pasado…
En un cementerio de hierros
te dejaron relegado,
ahora en tus vías circulan
trenes automatizados
en las estaciones no hay jefes ni mozos
eso quedó en el nostálgico pasado.
Ya no hay faroles que alumbren
de noche tu exacta ubicación
ni quinqué en la oficina
del respetado jefe de estación
porque ya no enciende ni apaga discos
que ordene su orientación,
tampoco se escuchan los silbatos
dando salida a los trenes
ni las campanas anuncian
que salen de los andenes.
Solo queda la nostalgia
del ferrocarril de años viejos
que recorría los pueblos
rompiendo el diario silencio
acariciando traviesas en su orgulloso paseo,
emulando un viejo vals
con su especial contoneo.
Aquel “viajeros al tren”
solo queda en el recuerdo
al igual que la madera
de tus incómodos asientos,
el pica-pica pasaba a voces,
por los vagones pidiendo
todos los billetes fechados.
Todo queda en la memoria
ferrocarril de años viejos
tus viajes y paseos son parte de nuestra historia…
Hoy con los frenos de usillo aflojados
los enganches apretados,
los estribos de madera con fatiga por los años
descansan en el museo
para propios y para extraños.
Solo queda la nostalgia que en el transcurrir de los años
van transmitiendo a los nuevos
nuestros antiguos ferroviarios.
2018 ©Dory Lansorena
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