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Foto del escritorDory Lansorena

FERROCARRIL DE AÑOS VIEJOS


A golpe de silbato llegó el último tren

tirando de los vagones

lleno de emocionantes historias

que entre vías abandonadas y rieles

oxidados

dormirá en un museo

como huella del pasado.

Ya se han cansado sus máquinas

y dormido sus motores

no volverá el bullicio

a llenarle sus fogones,

todo en profundo silencio

de eterno olvido marcado

como hierros retorcidos

en vía muerta han quedado.

Un aire frío circula como fantasma

olvidado

En las ruedas que marcaban

su recorrido diario.

Todo está escrito y guardado

en sus hierros retorcidos,

que guardan algunos secretos

como misterios vividos

en el vapor que lanzaban

tus obsoletas entrañas

llenando de carbonilla a todo el que te miraba.

¡Cuántos amores fugaces,

romances y devaneos!


¡Cuántas historias sentadas

en cada estación y viaje!

Ahora su inerte figura

con las calderas vacías

han transformado en pasado

el silbido que emitía.

Ya no suena su plo-plo-plo

ni su marcha cha-ca-cha

ferrocarril de años viejos

que en mi memoria aún estás,

tus locomotoras de vapor

lanzando su negro humo

tirando de los vagones

llenos de pasajeros

que cargados de paciencia

con maletas o ligeros

han quedado como historia

para viajeros venideros.

Ya no quedan guardagujas

ni tampoco fogoneros,

ya no carga mercancías

el que lleva viajeros.


Quedaste mendigo de un sueño…

Siendo transeúnte del pasado…

En un cementerio de hierros

te dejaron relegado,

ahora en tus vías circulan

trenes automatizados

en las estaciones no hay jefes ni mozos

eso quedó en el nostálgico pasado.

Ya no hay faroles que alumbren

de noche tu exacta ubicación

ni quinqué en la oficina

del respetado jefe de estación

porque ya no enciende ni apaga discos

que ordene su orientación,

tampoco se escuchan los silbatos

dando salida a los trenes

ni las campanas anuncian

que salen de los andenes.

Solo queda la nostalgia

del ferrocarril de años viejos

que recorría los pueblos

rompiendo el diario silencio

acariciando traviesas en su orgulloso paseo,

emulando un viejo vals

con su especial contoneo.

Aquel “viajeros al tren”

solo queda en el recuerdo

al igual que la madera

de tus incómodos asientos,

el pica-pica pasaba a voces,

por los vagones pidiendo

todos los billetes fechados.

Todo queda en la memoria

ferrocarril de años viejos

tus viajes y paseos son parte de nuestra historia…

Hoy con los frenos de usillo aflojados

los enganches apretados,

los estribos de madera con fatiga por los años

descansan en el museo

para propios y para extraños.

Solo queda la nostalgia que en el transcurrir de los años

van transmitiendo a los nuevos

nuestros antiguos ferroviarios.


2018 ©Dory Lansorena



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