EL PODEROSO MAR
Hoy mirando el mar,
me he dado cuenta que
es una de las cosas que mas me gustan en el mundo.
Deleita mi vista la hermosa imagen de sus aguas
bailando en las orillas.
Siempre que veo una imagen del mar,
me gustaría estar ahí.
Cuando uno tiene pasión por el mar,
cualquier momento
es un regalo para caminar por la arena y
sentir la serenidad
o el coraje de las olas cuando rompen en las rocas.
Me encanta mirar el mar…
me da la paz interior que necesita mi alma...
Me gusta observarlo desde la orilla, me gusta su hipnótico movimiento, su fuerza.
Me encanta su rugir y sentir su brisa.
El mar embelesa.
¡Tantos secretos guarda!
¡tantas historias ha creado!
El mar es una de los lugares que más me fascinan.
Me renueva,
me refresca,
le hace bien al alma pasar tiempo en sus orillas.
El mar es testigo mudo de tantos y tantos
de mis días grises...
Estando junto a él me siento segura de mi misma... y
me puedo pasar las horas muertas
ahí contemplándolo.
Sin duda es algo que me atrae mucho
y con lo que me identifico.
Siempre firme, atento,
constante y fiel amigo,
que nunca me falla...
Siempre he pensado que el mar es
una explosión de belleza.
No concibo la vida sin el mar.
Está presente en cada momento de mi día a día.
Adoro esa sensación
de profunda relajación y paz interior
que me invade
cada vez que contemplo esas cristalinas aguas azules
manchadas con la blanca espuma de las olas...
Me da vida,
me aporta energía,
me acaricia su brisa y me da alegría.
El mar también es un escenario poderoso para la lectura,
hay pocos placeres tan espectaculares
como leer un libro junto al mar.
No se porqué mirar el mar me hace pensar...
me pregunto si es suficiente la espera,
me pregunto cómo he llegado a tener tanta paciencia,
me pregunto si esto va a cambiar,
si merece la pena…
Y a pesar de que es cierto que
nada es tan fácil como puede parecer,
creo que es igual de acertado decir
que tampoco nada es tan difícil.
Dicen que cuando alguien quiere realmente algo
encuentra una manera…
y cuando no, una excusa.
Sea lo que sea,
al final sentir algo bonito siempre merece la pena…
Amo el mar por grande y poderoso,
porque llega donde lo llevan mis pensamientos,
porque él puede llevar mi mensaje hasta donde no lo haría nadie...
Y puedo viajar con él...
Sin duda alguna
Mar es un diminutivo de maravilla y
Amar es una extensión del mar.
Dory Lansorena.
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